Un arácnido con clase y con estilo
(Su nombre la precede)
Tengan presente. Las arañas no vienen desde un ayer pretérito (Mucho antes que el sapiens-sapiens) con la tarea de producir daño exclusivamente en los humanos y según la literatura consultada, ninguna de las especies que habitan este mundo tienen dicha finalidad, dañar al humano, salvo el humano, por supuesto.
Pues bien. Hará un tiempo atrás, mucho según algunos, poco según otros, un investigador logro determinar la composición del veneno de una de las arañas más características de nuestro desierto y digo características por su forma y por su nombre “La Araña Sicario”. Todo era maravilloso – según la gran mayoría – la noticia recorrió nuestro territorio, el país y traspasó las fronteras porque era una gran investigación (Hemos de recalcarlo) pero y reitero el, pero, acompañó el resultado con cierta característica que no era tal, que dicha araña podía resultar muy peligrosa para la gente y ustedes ya saben, creado el mito cuesta sacarlo del registro del miedo y de la repulsión. La mentada araña vive en la naturaleza (no en las casas o en la ciudad), huye rauda o se cubre ante la presencia de posibles enemigos y no hay registros de mordeduras, picaduras o queliceradas en las zonas de su distribución. En resumen, es venenosa, pero su veneno es para sus presas, cuesta su producción (gasta demasiada energía en producirlo) y no lo va a ocupar en otra cosa que no sea su próximo alimento, que puede ser el último si no consigue nuevas presas y más aún si no cuenta con su tradicional ponzoña.
En conclusión, a este largo prólogo
Fantástico aquello que se comience a investigar lo que tenemos en nuestra naturaleza y sus características, pero también resulta importante el no crear expectativas (Pócimas milagrosas) y temores (Bichos peligrosos).
Ahora que la gente tiene más posibilidades de salir a la naturaleza, ante el desconocimiento no elude el riesgo, mata cuanto bicho, en este caso araña, que se cruce por su camino y por este desierto no solo habitan las arañas Sicario, hay más de 50 especies catastradas y no todas ellas son peligrosas.
Una araña con clase y estilo
(Su nombre la precede)
En los países vecinos las llaman “arañas lobo del desierto”, haciendo referencia a su parecido con las arañas lobo (familia Lycosidae) y a su costumbre de vivir en lugares secos y con poca presencia de plantas y arbustos (a diferencia de la lobo, que necesitan vegetación y humedad)
Pertenecen al género Odo, de la familia Xenoctenidae, una familia que es relativamente nueva (2017) y que se formó para agrupar a 4 géneros de arañas que habían sido movidas de una a otra familia en varias ocasiones, pero que no correspondían a ninguna de ellas.
Según la literatura científica, la única especie descrita en nuestro país es la Odo patricius, que se distribuye en Arica y Parinacota, Tarapacá y Valparaíso. Obviamente, se “salta” las regiones intermedias, incluyendo la nuestra. Y, obviamente, nosotros nos vemos en la obligación de estar en desacuerdo con la literatura, porque muchos habitantes de nuestra Región pueden dar fe de que las Odo conviven con nosotros. Sobre todo, los calameños, que las encuentran incluso dentro de sus casas.
Durante los años que nosotros las hemos visto, hemos dado por hecho que se trata de la especie Odo patricius, asumiendo que su distribución abarca más territorio de lo que se pensaba. Sin embargo, hoy día hemos llegado a pensar que no podemos descartar tampoco que pueda haber otra especie. Esto, porque es sabido que hay en Chile especies sin describir, porque en Antofagasta no se han hecho colectas que permitan determinar las especies que efectivamente hay y porque las distintas Odo no se diferencian tanto por su hábito como por partes de su morfología que requieren de una revisión exhaustiva para evaluarlas, como son los genitales masculinos y femeninos. Y bueno, es notorio que su aspecto y diseños son bastante variables, lo que no aporta ninguna claridad al asunto.
Los caracteres generales por medio de los cuales podemos reconocer una Odo son su coloración, que como hemos dicho recuerda a la de una Lycosidae, y la disposición de sus ojos, que permite diferenciarlas de éstas inmediatamente, ya que es notablemente diferente.
Sobre la Odo patricius, se sabe que habita desde la costa hasta los 3700 msnm, ocupando hábitats variados, pero siempre caracterizados por ser secos y con poca vegetación. Así, hemos visto Odo en las playas a lo largo de nuestra costa, en los márgenes del Loa, en salares tan áridos como el de Llamara (viviendo en la propia sal), en las planicies y cerros del desierto y en la cordillera costera.
Son arañas de movimientos rápidos, que no necesitan construir telas para atrapar sus presas, sino que recorren el terreno para cazarlas por sorpresa. Suponemos que es nocturna, ya que no la hemos visto sino una vez de día (en 2015), y todos los demás encuentros han sido al remover piedras, cortezas u hojarasca, lo que nos hace suponer que permanecen en sus refugios durante el día. No hemos observado tampoco junto a ellas nidos de telaraña (como los que hacen las Loxosceles) ni sus ootecas.
No es una araña que pueda considerarse de riesgo para el ser humano, ya que no existen registros de casos de mordeduras en esta familia y, por lo que hemos visto, las Odo no son arañas que resulten agresivas. Sólo intentan escapar lo más rápidamente posible, cuando se les descubre.







